21 diciembre, 2022
Santiago Salinas, CDMX.- Alice Pignagnoli, arquera italiana denunció haber sido separada y expulsada de su equipo, el Lucchese de la tercera división femenina de su país por el hecho de estar embarazada.
La futbolista de 34 años nacida en Emilia, Romaña, dio a conocer el trato que recibió por parte del club de la Serie C, pues, en sus palabras, se sintió como un ´juguete usado´ al comunicarle la noticia a la directiva de Lucca, Toscana. Y es que, mientras el recibimiento por parte del plantel incluyendo a las jugadoras y a su entrenador fue como ella esperaba, la futbolista relata el contraste que vivió durante los últimos meses con la organización del club.
“Primero me pidieron que devolviera el material deportivo a pesar de mi contrato hasta final de temporada, luego que liberara mi lugar para dormir y me echaron del equipo sin decir una palabra. Si realmente era necesario excluirme, y no entiendo por qué, al menos podrían decir algo, ya que jugué dos meses para ellos y cumplí con mi parte”.
El Lucchese no solo le pidió que abandonara las instalaciones, además dejaron de pagarle y terminaron por darle las gracias definitivas, situación muy diferente a la que vivió en su anterior embarazo cuando jugaba para el Cesena, pues en ese entonces el equipo bianconeri la trató como un ´ser humano´.
Pese a que recientemente la FIFA anunció la creación de bajas retribuidas y protecciones adicionales para las mujeres que decidan ejercer su maternidad, el camino por recorrer aún es largo en vísperas de llegar a la normalización. El tema es de relevancia tal que el máximo organismo del futbol ha declarado estar en búsqueda de que más mujeres puedan ganarse la vida jugando al fútbol y al mismo tiempo puedan tener una vida familiar y ser madres.
Acerca de, internacionales como Alex Morgan o Sidney Leroux han dado un paso adelante por demostrar que la posibilidad de maternar y mantener una carrera dentro de las canchas es, más que una posibilidad, una realidad, al menos en la NWSL de los Estados Unidos.
El tema traspasa lo deportivo, toca lo profesional y lo personal, pues ser excluida de las canchas por el hecho de ser mujer y estar embarazada se enlaza con la marginación de llevar el proceso de maternidad de forma humana, digna y bajo el respaldo de un lugar que le brinde las necesidades pertinentes, además de marginarla de continuar desarrollando su profesión.
“Estoy trabajando duro para estar lo más en forma posible y volver al campo, aunque será mucho más difícil que la primera vez porque tendré una niña de tres años y el recién nacido. Estoy disfrutando de mi embarazo, luego veremos si alguien quiere darle una oportunidad a una mamá. Quién sabe si habrá un club que tenga la fuerza para ofrecerme un contrato” sentenció para el diario Repubblica la exportera del AC Milán femenino.
