18 de abril, 2025
Andrea Salinas, CDMX
El futbol, ese deporte que durante mucho tiempo fue considerado un «juego de hombres», ha vivido una transformación monumental en las últimas décadas. Hoy, las mujeres han logrado conquistar los terrenos de juego, rompiendo barreras, desafiando estereotipos y logrando una visibilidad sin precedentes. Sin embargo, este proceso ha sido largo, lleno de obstáculos y luchas por la igualdad.
Los primeros pasos: 1920s – 1950s
En la década de 1920, las mujeres comenzaron a jugar al futbol en diferentes partes del mundo, principalmente en Inglaterra. La primera mención destacada del futbol femenino ocurrió en 1920, cuando un partido entre las «Dick Kerr Ladies», un equipo de mujeres de Inglaterra, y un equipo masculino, logró convocar a más de 53,000 espectadores en un estadio. Sin embargo, el futbol femenino comenzó a ser visto como una amenaza para el futbol masculino, y en 1921, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) prohibió a las mujeres jugar en campos regulados.

Foto: Diario AS
El futbol femenil, aunque jugado en algunas naciones, permaneció en la clandestinidad durante varias décadas debido a restricciones y prejuicios.
La larga espera: 1950s – 1970s
Las décadas posteriores estuvieron marcadas por la invisibilidad del futbol femenino. En muchos países, las mujeres no podían acceder a instalaciones o competiciones y se les impedía jugar en ligas organizadas. Durante este tiempo, algunas continuaron luchando por su derecho a jugar y, en algunos lugares, surgieron competiciones informales, pero el futbol seguía siendo mayoritariamente una actividad masculina.
Primeros avances: 1970s – 1990s
Con la llegada de los años 70, las mujeres comenzaron a organizarse y a exigir su lugar en el deporte. En 1971, la primera Copa del Mundo Femenina de Futbol fue celebrada en México. Aunque no estaba bajo la organización oficial de la FIFA, esta copa marcó un hito en la historia del futbol femenino.

Foto: Ellas en el Deporte
En 1972, Estados Unidos promulgó la Ley de Igualdad de Oportunidades en el Deporte, un avance clave en la lucha por la equidad en el deporte, impulsando el desarrollo del futbol femenino en ese país. Sin embargo, aún quedaba mucho por hacer en términos de profesionalismo y visibilidad.
Fue en este periodo cuando surgieron figuras pioneras como Marta Vieira da Silva, quien más adelante se convertiría en una de las jugadoras más destacadas de la historia.
El reconocimiento internacional: 1990s – 2000s
En 1991 la FIFA organizó su primer Mundial Femenino de Futbol, conocido como la Copa del Mundo de la FIFA Femenina. Este torneo, jugado en China, marcó el inicio de una nueva era para el futbol femenino. En la misma década, la UEFA comenzó a organizar competiciones internacionales y las ligas profesionales comenzaron a formarse en algunos países como Estados Unidos, Suecia y Alemania.

Foto: Goal.com
A medida que los medios de comunicación empezaron a cubrir más el futbol femenino, las jugadoras comenzaron a ser reconocidas por su habilidad, dedicación y talento, desafiando la visión de que el futbol era solo para hombres.
Profesionalización y expansión: 2010s – 2020s
El cambio más significativo para el futbol femenino ocurrió en las últimas dos décadas. El auge de las redes sociales, la creciente cobertura televisiva y la creación de ligas profesionales en más países aceleraron el proceso de profesionalización. En 2015, la Copa del Mundo Femenina de la FIFA celebrada en Canadá, alcanzó cifras récord de audiencia y cobertura mediática, y el equipo de Estados Unidos se consagró campeón. Este evento junto con otros logros de selecciones nacionales, catapultó el futbol femenino a un nuevo nivel.

Foto: DAZN
En 2019 el Mundial Femenino en Francia consolidó el futbol femenino en el centro de atención, con una audiencia global histórica y la final entre Estados Unidos y Países Bajos.
La creación de ligas profesionales de futbol en diferentes partes del mundo, como la Liga MX Femenil en México, la FA Women’s Super League en Inglaterra, la Primera División Femenina en España, y la National Women’s Soccer League (NWSL) en Estados Unidos, ha sido crucial para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento del deporte.
El futuro: Hacia la igualdad y la mayor visibilidad
Hoy en día, el futbol femenino sigue avanzando a pasos agigantados. Las jugadoras son más reconocidas, los salarios son mayores y los patrocinadores están invirtiendo en las ligas femeninas, lo que garantiza un futuro prometedor para el deporte. A medida que las selecciones nacionales y los clubes compiten en torneos internacionales, las mujeres están demostrando que el futbol femenino es tan competitivo, emocionante y talentoso como su contraparte masculina.
A pesar de estos avances, la lucha por la igualdad persiste. La brecha salarial, la visibilidad mediática y la infraestructura aún deben mejorar. Pero lo que está claro es que el futbol femenino ha superado obstáculos históricos y, con el apoyo continuo de sus seguidores y autoridades, está en camino de alcanzar nuevas alturas.
De ser un deporte prohibido, oculto y con escasa visibilidad, el futbol femenino ha recorrido un largo camino hasta convertirse en una disciplina profesional y respetada en todo el mundo. Gracias a las pioneras que lucharon por la igualdad y a las generaciones actuales que siguen abriendo puertas, hoy es un deporte vibrante, apasionante y lleno de talento, con un futuro lleno de promesas.