08 de mayo, 2025
Andrea Salinas, CDMX.- En una época en la que conducir un automóvil era considerado una actividad exclusiva para los hombres, Dorothy Levitt se atrevió a romper paradigmas. Nacida en 1882 en Inglaterra, esta mujer audaz no solo se convirtió en la primera piloto de carreras del Reino Unido, sino que también sentó precedentes técnicos y sociales que marcaron el inicio de una nueva era para las mujeres en el automovilismo.

Primera mujer en competir en carreras de autos en Reino Unido
Fue en 1903 cuando Dorothy Levitt participó por primera vez en una carrera automovilística, abriendo el camino para todas las mujeres que soñaban con dominar el volante en un mundo de hombres. Su entrada a la escena deportiva fue una declaración clara de que el género no debía ser un obstáculo para la velocidad ni la competencia.
Rompió récords de velocidad
En 1905, Levitt alcanzó una velocidad de 91 millas por hora (aproximadamente 146 kilómetros por hora), estableciendo el récord femenino de la época. Esta hazaña, impensable en su tiempo, la colocó en la cima del automovilismo mundial, donde su nombre comenzó a resonar más allá de los circuitos.

Autora de un manual para mujeres conductoras
Más allá de su talento al volante, Dorothy también fue una figura educativa. En 1909 publicó The Woman and the Car, un manual práctico dirigido a mujeres interesadas en aprender a conducir. En él, no solo explicaba aspectos técnicos del manejo, sino que alentaba a sus lectoras a conquistar la independencia a través del automóvil. Su enfoque era claro: empoderar a las mujeres en un terreno aún hostil para ellas.
Precursora del espejo retrovisor
Uno de los aspectos más curiosos de su legado es su visión sobre la seguridad vial. En su libro, sugería que las mujeres llevaran consigo un pequeño espejo de mano para observar el tráfico detrás del vehículo. Esta recomendación sería, años más tarde, la base para la incorporación del espejo retrovisor en los automóviles, convirtiéndola en una precursora tecnológica inadvertida.

Ícono feminista en el siglo XX
Aunque no se definía a sí misma como feminista, Dorothy Levitt se convirtió en un símbolo de libertad y determinación para muchas mujeres. Su vida fue una constante lucha contra las normas sociales que limitaban el rol femenino, y su legado perdura como ejemplo de coraje e innovación.
Dorothy Levitt no solo manejó un automóvil a velocidades récord. También condujo el pensamiento de una época hacia un futuro donde las mujeres pudieran soñar con libertad, poder y autonomía. Su historia continúa inspirando a generaciones enteras a no frenar ante ninguna barrera.
