05 marzo, 2023
Miriam Ríos. Guadalajara, Jalisco.- Entramos al estadio y toda la energía ahí contenida es para las rojiblancas. El silbatazo inicial no hace más que confirmar precisamente eso. La formación del rebaño, encabezada por Blanca Félix como capitana, está volcada hacia adelante. Es un fútbol total, bien encaminado por Diana Rodríguez y Damaris Godínez.
Mientras tanto, la formación de las rojinegras se planta con un 4-3-3, dinámico y maleable que se transforma rápidamente en 4-4-3 tras el ímpetu inicial de las Chivas. Aquí vale la pena resaltar el trabajo de Brenda Ceren y Zellyka Arce que contienen bien desde arriba y a partir del primer minuto a la ofensiva local y que a su vez siempre dejan ver su peligro.

El encuentro se desarrolla así, a veces con cautela de ambas escuadras, a veces con explosividad. Este ímpetu hubiese abierto el marcador al minuto 25 si no fuese por una salida apresurada (y a su vez providencial) de la guardameta Ana Gaby Paz y la buena actuación de su defensa Arlett Tovar.
El partido no deja de ser físico y las futbolistas de ambas escuadras empiezan a encontrar espacios, profundidad y juego. El gol al minuto 38 de Atlas llega primero, contra el pronóstico del 98% de los asistentes, pero que desde el punto de vista táctico era esperado. Las Chivas tenían su atención sólo en su ofensiva y su línea defensiva se pierde en un tiro de esquina a segundo palo que contacta con experiencia y visión Fernanda Limón.
El rebaño, que había estado presionando, finalmente obtiene la recompensa esperada en el minuto 38, tras el cañonazo de Gabriela Valenzuela, a quien le agradecemos no perdonar.

Así termina la primer mitad, con un juego lo suficientemente ríspido y vistoso para llamarlo una buena fiesta, una fiesta que todos queríamos que continuase en el segundo tiempo… y Chivas nos ha dado el gusto. El gol al minuto 5 del complemento de Adriana Iturbide demuestra la potencia de las rojiblancas y la desconcentración de Atlas. ¡Todos lo festejamos y nos invitaba a recibir más!
La celebración ha continuado, los minutos se acumularon, los cambios se hicieron en los dos equipos y nosotros seguíamos disfrutando de un buen fútbol. Queríamos ver más de Valenzuela y de Jaramillo, pero el conjunto de Atlas también demostró su orden y les veló el festejo. Pudimos haber tenido un marcador de 4 a 1 y en vez de eso nos quedamos con una fiesta de energía contenida en el estadio Akron.