25 agosto, 2023
Dina Rodriguez, Guadalajara, Jalisco.- En una declaración contundente durante la asamblea general del fútbol español, Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, afirmó con firmeza: ‘No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir’.
Estas palabras resonaron con fuerza a pesar del escándalo que había surgido debido al beso no consentido a Jenni Hermoso en la ceremonia de premiación de la Copa del Mundo Femenil. A pesar de la controversia generada por este incidente y rumores sobre su dimisión, Rubiales dejó claro su compromiso de permanecer en su cargo y resistir las presiones que lo instaban a renunciar.
La continuación de Rubiales como presidente ahora depende del Consejo Superior de Deportes (CSD), que llevará las denuncias al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD). A pesar de su afirmación, es probable que sea inhabilitado este lunes.

Antes de la Asamblea, se vivía un alto nivel de expectación, ya que se consideraba la posibilidad de la dimisión de Rubiales. Al inicio de su discurso, optó por pedir disculpas y concentrarse en los gestos inapropiados realizados en el palco, donde se encontraban la reina Letizia y la infanta Sofía, en lugar del incidente del beso con Hermoso. Rubiales explicó que el beso fue un acto espontáneo y mutuo, comparándolo con un gesto paterno. En diversos momentos de su intervención, fue recibido con aplausos por parte de los asistentes, en su mayoría hombres, incluyendo figuras como el seleccionador femenino, Jorge Vilda, y el entrenador de la selección absoluta masculina, Luis de la Fuente. Con un tono desafiante, concluyó la Asamblea declarando que no se retirará y desafió abiertamente a aquellos que lo criticaron.
Mediante un comunicado de su sindicato Futpro, Jenni Hermoso refutó la versión del presidente de la federación. Poco después de que Rubiales afirmara que no renunciaría, las futbolistas del equipo nacional anunciaron su negativa a jugar hasta que él se retire. Críticas han aumentado, incluyendo llamados del presidente del gobierno, sindicatos de jugadores, jugadoras y figuras del fútbol masculino para su renuncia.
No obstante, la delantera de las Tuzas de Pachuca aclaró que esto no fue acordado bilateralmente. “Quiero aclarar que, como se vio en las imágenes, en ningún momento acepté el beso que me propinó y, por supuesto, en ningún caso busqué alzar al presidente”. Además, la campeona de la Copa del Mundo destacó que esto no concordaba con los hechos. “No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho”, declaró Hermoso.

En respuesta, las jugadoras condenaron “conductas que han atentado contra la dignidad de las mujeres”, y esperan respuestas firmes de las autoridades para tratar el incidente. Concluyeron solicitando “cambios estructurales reales, que ayuden a la Selección Absoluta a seguir creciendo” agregando que es triste que un acto
La firme posición de Jenni Hermoso y sus compañeras destaca la importancia de abordar seriamente los casos que reducen la dignidad de las mujeres en el deporte y la sociedad. Su valiente denuncia y la protesta colectiva de las futbolistas al negarse a jugar mientras Rubiales permanezca en su cargo subrayan la necesidad de un liderazgo que refleje valores de igualdad y respeto. La persistente negativa de Rubiales a dimitir, a pesar de la condena generalizada y la solicitud de su renuncia, plantea dudas sobre su sensibilidad y comprensión de la situación. En este contexto, es claro que se requieren cambios profundos en el entorno deportivo para asegurar el bienestar de las deportistas y el progreso del fútbol femenino español, y es crucial que las autoridades tomen medidas concretas para abordar este asunto y colaborar con las futbolistas en la creación de un ambiente más equitativo y respetuoso.