Miriam Ríos, Monterrey, NL.- Las amazonas tienen tantas armas que los juegos siempre son sumamente dinámicos. La línea ofensiva eclipsa la cancha y los equipos visitantes claramente sufren.
Hoy, el juego entre San Luis Potosí y Tigres femenil tuvo esa dimensión con una variante: la frustración de las autónomas de Nuevo León durante buena parte del primer tiempo. San Luis, con visión y alma de Itzia Tenahua capitaliza al minuto 27 un gol resultado de la mala comunicación, aunque posiblemente exceso de confianza, entre la guardameta felina Cecilia Santiago y su defensa Cristina Ferral. Una situación inusual para un cuadro con la experiencia de tigres, común para un equipo al que pocas veces se le ofende en su área chica.
Posterior al gol de las visitantes, la frustración de tigres dejó visible una cara más ríspida de Stephany Mayor, Mia Fishel y Jacqueline Ovalle. Una faceta que no nos gusta ver como público y que predispuso al encuentro a tener más contactos y un poco menos fútbol. Cosa también atípica porque las tres hacen magia colectiva.
Así los minutos se acumulaban a favor de las rojiblancas, con la frente siempre en alto, resguardando su portería y contraponiéndose a la intensidad felina. Mención honorífica a Natalia Gómez Junco, Luz Prieto, Karen Cano y Joana Robles al dejarlo todo en la cancha. Si Tigres tiene un tridente, San Luis tiene un escudo romano en ellas cuatro.
No ha sido hasta la segunda mitad del partido que se ha lavado la impaciencia y el desorden de las amazonas de la mano de Liliana Mercado quien ha trazado un espléndido centro a la cabeza de Mia Fishel al minuto 54.
Desde ahí, las emociones cambian y el tesón felino se estabiliza, la recién ingresada Maricarmen Reyes vuelve a anotar de cabeza al 71 y esto descontrola a las potosinas, quienes terminan perdiendo el pulso con la estocada de Stephany Mayor al minuto 92. Así es, pierden el pulso pero no bajan las manos. Ha sido un gran encuentro.
En el fútbol, los equipos no nacen, se hacen. Esta noche será un buen punto de quiebre para el cuadro femenil de San Luis Potosí si decide seguir peleando sin bajar los puños, con visión y con alma.
