07 marzo, 2025
Andrea Salinas, CDMX.- El mundo del deporte femenino sigue enfrentándose a casos de abuso y acoso que evidencian la urgencia de un entorno seguro para las atletas. Uno de los hechos más impactantes ha sido el de Kenneth Zseremeta, exentrenador de la selección femenina de Venezuela, quien fue condenado por abuso y acoso sexual hacia sus jugadoras.

Jugadoras alzan la voz
El caso salió a la luz en 2021, cuando un grupo de futbolistas venezolanas, lideradas por la capitana Deyna Castellanos, hicieron públicas las denuncias a través de un comunicado en el que detallaron los abusos sufridos durante años. En dicho documento, las jugadoras expusieron cómo Zseremeta ejercía un comportamiento depredador, utilizando su posición de poder para manipular y acosar a las jóvenes deportistas. Las declaraciones de las futbolistas revelaron que el entrenador no solo mantenía un ambiente de miedo y presión psicológica, sino que ejercía control sobre la vida personal y profesional de las jugadoras, afectando su bienestar físico y mental.

La victoria para ellas
Las valientes declaraciones de las jugadoras encendieron la alarma en el mundo del futbol y generaron una ola de solidaridad por parte de estas, organismos y asociaciones deportivas a nivel internacional. Gracias a su testimonio y a la lucha incansable por justicia, las autoridades tomaron cartas en el asunto, logrando la detención y posterior condena de Zseremeta. La FIFA, así como otros organismos deportivos y derechos humanos, se pronunciaron en apoyo a las futbolistas y enfatizaron la necesidad de garantizar espacios seguros en el deporte profesional y de base.